Movilidad sostenible

Confort

El confort al conducir un vehículo eléctrico es algo sensacional. Al acelerar obtenemos una respuesta inmediata gracias al inmenso par motor que poseen estos vehículos. Todo esto SIN ruido alguno y SIN necesidad de manejar una palanca de cambios ni pedal de embrague.

Cero emisiones

Se conduce sin emitir CO2, por lo tanto colaboramos con el medio ambiente.

Aire limpio, conciencia limpia 🙂

Coste de las recargas eléctricas

Son gratuitas en las instituciones públicas, en ayuntamientos, centros comerciales, parking público, etc.

En el hogar a muy bajo coste, 1€ a los 100Km con Tarifa Supervalle.

Posibilidad de cargar en el hogar y en el negocio con paneles fotovoltaicos. 

Coste de Mantenimientos

Los vehículos eléctricos no tienen casi mantenimiento.

Ni cambios de aceite, ni filtros de aire, ni filtro de gasoil, ni correa de distribución, ni correa del alternador, ni motor de arranque.

Tampoco los frenos se desgastan a la velocidad que lo haría en un vehículo de combustión, ya que el vehículo eléctrico regenera la energía en las frenadas y no es necesario utilizar los frenos.

Las baterías del vehículo eléctrico son de iones de litio. Éstas tampoco tienen mantenimiento.  Se reemplazan aproximadamente cada 200.000Km.

Coste de Reparaciones

El vehículo eléctrico apenas tiene piezas de fricción. Utiliza un motor trifásico de jaula de ardilla que no tiene escobillas. El motor a penas se calienta, por lo que aumenta de manera consierable la eficiencia energética. El motor trasmite su fuerza a traves de una reductora al eje de las ruedas. Las reparaciones por lo tanto se reducen a un simple rodillo de bolas.

El vehículo eléctrico tampoco posee embrague, ni caja de cambios, ni motor de arranque, ni alternador.

La batería de 12V tiene una vida útil mucho mayor, al limitar su función solamente en alimentar las iluminarias y centralita del vehículo y no tener que entregar un alto amperaje para el inexistente motor de arranque.

Nos libramos sobre todo de las reparaciones típicas como averías en bujías, delco, calentadores, bomba de combustible, roturas de tubo de escape, innecesarias reparaciones de culata y partes mecánicas.

El vehículo eléctrico tiene las baterías de tracción y la parte electrónica protegida en un caparazón completamente hermético mediante juntas estancas. Así evita su corrosión y aumenta drásticamente la vida útil.